martes, 26 de febrero de 2008

En defensa del derecho a la diversidad

NO BASTA CON SER BILINGÜE


Según el Icfes, solamente entre el 0,5 y el 0,8 de los estudiantes que presentan el Examen de Estado deciden tomar la prueba de alemán o francés. La decisión oficial sobre el retiro del alemán y el francés estaría basada en estadísticas.
Dice El Espectador del fin de semana pasado que el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (Icfes) remitió a todos los colegios bilingües una comunicación en la que les anunciaba que a partir de este año las pruebas de alemán y francés serían retiradas del Examen de Estado para ingreso a la Educación Superior.
Dice el grupo de trabajo del Icfes que la mayoría de los estudiantes, incluyendo los de colegios bilingües, prefiere presentar la prueba de inglés. Añaden que los costos de incluir la prueba en otros idiomas, distintos del inglés, son muy altos, lo que no justifica hacer el examen del alemán y el francés. Sin embargo, El Espectador anota que la cifra de ese mayor costo no se dio a conocer.
Habría una forma de razonar diferente frente a las estadísticas. Comparados con los cerca de 450 mil que presentan el Examen de Estado y eligen el inglés como la lengua en la que quieren ser examinados, la minoría que opta por el alemán o el francés debería seguir teniendo la opción de hacerlo, en aras del derecho a la diferencia. Eliminar el examen de otras lenguas significará desalentar aún más el aprendizaje de otros idiomas.
Por otro lado, el país está oficialmente embarcado en un proyecto loable de bilingüismo para que los estudiantes aprendan bien una segunda lengua, con énfasis en el inglés. ¿Pero qué es el bilingüismo? Podría ser hablar español y francés. Sin embargo, reducir el proyecto a hablar dos lenguas es limitante, trátese del inglés, francés o alemán. En ese sentido, y dentro de una visión futurista pero también excluyente, las dos lenguas que deberían aprender nuestros jóvenes serían el español y el mandarín, pues todos los caminos conducen ahora a la China.
Se ha dicho que el inglés abre todas las puertas, ya que es la lengua franca de los tiempos modernos. No obstante, la realidad no suele ser así. Más allá de la anécdota del turista que llega a un pueblo de Francia y pide en inglés un pollo con vino, sin que el mesero se dé por entendido de lo que está pidiendo, existen grandes movilizaciones de estudiantes europeos que van de un país a otro para aprender las diversas lenguas. En Santiago de Compostela no camina uno cien metros sin encontrarse con grupos de estudiantes escandinavos, ingleses o alemanes que han ido a la universidad de esa punta de Galicia sobre el Atlántico a aprender español como segunda, tercera o cuarta lengua.
En realidad, la divisa de los tiempos modernos es el plurilingüismo. En negocios, es probable que el inglés baste. Aunque he oído que ciertos negociantes asiáticos hablan entre sí su idioma, antes de cerrar un negocio en inglés. El comerciante extranjero queda con la duda de si ha comprado lo que debe ser al precio correcto. Para entenderse con la gente y comprender su cultura, la lengua de un país es el camino que abre posibilidades inauditas. La lengua de una cultura comunica una visión de la vida, una forma de entender el mundo.
El interés de los jóvenes de hoy por hablar varios idiomas es todavía incipiente en nuestro país, pero lo cierto es que va en aumento. Pienso que las políticas públicas, y las estrategias de instituciones privadas, deberían estimular el aprendizaje de varios idiomas, entre otros motivos porque los países de la Unión Europea y los del este asiático ofrecen becas a los estudiantes para que vayan a estudiar en sus idiomas, al tiempo que ofrecen profesores para que vengan a enseñarlos. ¿Bilingüismo? Mejor apuntarse a varias lenguas.

Escrito por el Doctor Jesús Ferro Bayona en la columna semanal, tomado de http://www.elheraldo.com.co/hoy070523/editorial/noti3.htm

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